En 1.947, dentro de la política de independencia bancaria que se originó en la República Dominicana en aquellos años, se creó la Superintendencia de Bancos. Debemos recordar que hasta aquella época la moneda nacional era el dólar norteamericano.
Es un órgano autónomo del gobierno de la nación. La República Dominicana se ha ido dotando a lo largo de los años de una legislación financiera del todo comparable a la del resto del mundo. Era necesario, por tanto, dotarse de un órgano de supervisión y control de las entidades financieras.
Su labor fundamental es, como establece el marco legal dominicano, “revisar, con plena autonomía funcional, la supervisión de las entidades de intermediación financiera, con el objeto de verificar el cumplimiento por parte de dichas entidades de lo dispuesto en la Ley, requerir de provisiones para cubrir riesgos, e imponer en su caso las correspondientes sanciones.”
Es, por tanto, una institución que vela por la estabilidad, la solvencia de las entidades financieras, la autorregulación y la transparencia de las entidades que configuran el sistema financiero de la República Dominicana. Asimismo, se encarga de ofrecer la seguridad y protección necesaria a los diferentes clientes ya sean particulares o ya sean empresas de las mencionadas entidades financieras.
La Superintendencia de Bancos trabaja amparada en una serie de valores que le vienen dados por la propia legislación dominicana.
Estos valores se pueden resumir en los siguientes. Primeramente, la honestidad en el cumplimiento de sus labores de supervisión. En segundo lugar, un comportamiento ético en el tratamiento de los datos ofrecidos por las distintas entidades financieras. Se le exige asimismo la máxima transparencia en su actuación. Ha de asumir una estricta confidencialidad en el tratamiento de los datos que le son facilitados. Ha de primar también la máxima objetividad en su actuación. Y por último, la independencia que ha de marcar en todo momento la labor de esta institución.
No obstante, a lo largo de estos años y como consecuencia lógica de la evolución económica no sólo dominicana sino mundial, las funciones de la Superintendencia de Bancos han ido experimentando numerosas variaciones con el fin de garantizar y supervisar la actuación de los diferentes bancos en la República Dominicana. De esta manera, se le ha otorgado la misión de supervisar la totalidad del sistema financiero dominicano. Esta supervisión se realiza de forma completamente autónoma. Se trata, en definitiva, de proteger los fondos de los ahorradores y los derechos de los usuarios y clientes de los servicios financieros.
Debido al enorme crecimiento de estos últimos años del sistema financiero dominicano, la Superintendencia de Bancos ha debido de adecuar su estructura para mantenerse dentro de las circunstancias económicas actuales y ante el crecimiento del número de entidades financieras existentes en la República Dominicana.
Por todas estas circunstancias y por la globalización de la economía mundial, la Superintendencia de Bancos tiene suscritos numerosos acuerdos de colaboración con otros organismo de supervisión bancaria. Estos acuerdos tratan de temas tan importantes como son la banca consolidada, la prevención del lavado de dinero.